Páginas

domingo, 29 de abril de 2012

Obras Sociales del Santo Hermano Pedro, La Antigua Guatemala



"Vengan, benditos de Mi Padre....Reciban la herencia del Reino preparado para Ustedes. -Porque tuve hambre y me dieron de comer... Tuve sed y me dieron de beber... Era forastero y me acogieron... Estaba desnudo y me vistieron... Enfermo y me visitaron... Cuando lo hicieron a uno de estos hermanos mìos màs pequeños, a Mì me lo hicieron..." (Mateo, 25, 34-40)
Obras Sociales del Santo Hermano Pedro
6ta.Calle Oriente, No. 20 (Entre 3ra. y 4ta. Avenidas)
La Antigua Guatemala, Sacatepèquez
Tels. (502) 79312100
Si desea ayudar, contactarse a: asociacion@obrashermanopedro.org
Visita la pag. WEB: www.obrashermanopedro.org
Telèfonos PBX: (502) 79312100
"Obras Sociales del Santo Hermano Pedro se proponen como Visión: "Ser una institución religiosa y humanitaria que brinda caridad y solidaridad a ejemplo del Santo Hermano Pedro, dando atención integral para mejorar la calidad de vida y dignidad de la persona, con énfasis en el más pobre, no importando su religión, raza y condición." Y, como Misión: "Brindar atención, amor y caridad, con cuidados de alta calidad en coordinación con médicos voluntarios y entidades nacionales y extranjeras. La población que se atiende es de escasos recursos, pacientes externos, internos, quirúrgicos y crónicos, con servicios básicos preventivos y especializados de salud; albergues, alimentación, vestuario, educación integral, moral y espiritual."
Al visitar Obras Sociales, muchas personas preguntan cómo llegan a esa institución los paralíticos, los niños desnutridos o los pobres que necesitan cirugías.
Algunos han sido abandonados en la puerta de esa entidad, otros han llegado por medio de sus familiares tan pobres que no pueden asistirlos, o por medio de líderes comunitarios que los han referido. La oficina de trabajo Social con cooperación de los especialistas evalúan los casos y los aceptan en la medida que el espacio lo permita, ya que muy frecuentemente el ingreso es de por vida.
En cooperación con los grupos de médicos voluntarios, el personal de Obras Sociales se desplaza periódicamente en las aldeas más pobres y abandonadas del interior del país. Ofrecen servicios médicos gratuitos y medicinas, remitiendo a Obras Sociales a cuantos necesiten atención quirúrgica en las jornadas programadas durante todo el año. Es de resaltar que los mismos grupos de médicos voluntarios proveen generosamente los insumos necesarios (material, equipo y medicamentos) para realizar su labor con un espíritu altamente humanitario.
La labor de Obras Sociales es silenciosa y permanente. Los pobres no leen los periódicos y no se animan a salir de su aldea, hasta que alguien de su confianza les acompañe y les tienda la mano. En aprecio a su dignidad y respecto a sus tradiciones se les ofrece lo mejor, para que se sientan dignificados y amados. Se marca significativamente su vida. Los ciegos regresan viendo, los niños y adultos pueden regresar a sus humildes ocupaciones familiares. A su vez, ellos mismos se transforman en portadores de la buena noticia a otros compañeros y hermanos enfermos, extendiendo así la atención de Obras Sociales a todos los rincones de Guatemala.
El Santo Hermano Pedro de San José Betancur se distinguió por practicar la misericordia con espíritu humilde y vida austera...es un apremiante llamado a practicar la misericordia en la sociedad actual, sobre todo cuando son tantos los que esperan una mano tendida que los socorra. Pensemos en los niños y jóvenes sin hogar o sin educación; en las mujeres abandonadas con muchas necesidades que remediar;...en los enfermos desatendidos o en los ancianos que viven en la soledad."
"¡CRISTO JESÙS TE NECESITA...!" "Èl VIVE EN ESTE LUGAR..."

El Santo Hermano Pedro de San José de Betancour (25 de Abril)

"El Santo Hermano Pedro de San José de Betancur nace en Villaflor, población del sur de la Isla de Tenerife el 21 de marzo de 1626 y muere en Guatemala el 25 de abril de 1667. La distancia en el tiempo no opaca la luz que emana de su figura y que ha iluminado tanto a Tenerife como a toda la América Central desde aquellos remotos días de la Colonia.
Pedro de Betancur supo leer el Evangelio con los ojos de los humildes y vivió intensamente los Misterios de Belén y de la Cruz, l...os cuales orientaron todo su pensamiento y acción de caridad.
A los 23 años abandonó su nativa Tenerife y, después de 2 años, llegó a Guatemala, tierra que la Providencia había asignado para su apostolado misionero.
Apenas desembarcado en el Nuevo Mundo, una grave enfermedad lo puso en contacto directo con los más pobres y desheredados. Recuperada inesperadamente la salud, quiso consagrar su vida a Dios realizando los estudios eclesiásticos pero, al no poder hacerlo, profesó como terciario franciscano en el Convento de San Francisco, en la actual La Antigua Guatemala, con un bien determinado programa de revivir la experiencia de Jesús de Nazaret en la humildad, la pobreza, la penitencia y el servicio a los pobres.
En un primer momento realizó su programa como custodio y sacristán de la Ermita del Santo Calvario, cercana al convento franciscano, que se convierte en el centro irradiador de su caridad. Visitó hospitales, cárceles, las casas de los pobres; los emigrantes sin trabajo, los adolescentes descarriados, sin instrucción y ya entregados a los vicios, para quienes logró realizar una primera fundación para acoger a los pequeños vagabundos blancos, mestizos y negros. Atendió la instrucción religiosa y civil con criterios todavía hoy calificados como modernos.
Construyó un oratorio, una escuela, una enfermería, una posada para sacerdotes que se encontraban de paso por la ciudad y para estudiantes universitarios, necesitados de alojamiento seguro y económico. Fue el primer alfabetizador de América. Recordando la pobreza de la primera posada de Jesús en la tierra, llamó a su obra «Belén».
Muere el 25 de abril de 1667, apenas a los 41 años el que en vida era llamado «Madre de Guatemala». Sus restos se encuentran en la Iglesia de San Francisco en la Antigua Guatemala donde es visitado por miles de fieles todos los años. El 2 de mayo de ese año llega a Guatemala la Real Cédula, que doña Mariana de Austria, Reina Gobernadora, regente de Don Carlos II, había expedido el 10 de noviembre de 1666 otorgando la autorización para la fundación del Hospital de Belén.
En 1974, se presenta al Papa Pablo VI la solicitud para que beatificara a cinco venerables, entre ellos al Hermano Pedro, en vía excepcional por "fama miraculorum". Cuatro años más tarde, Juan Pablo I se declaró de acuerdo con el modus procedendi de la causa, indicado por Pablo VI. Igualmente Juan Pablo II declaró favorable las disposiciones de sus predecesores y, el 22 de junio de 1980, beatificó al Hermano Pedro, en procedimiento extraordinario.
A más de tres siglos de distancia, la memoria del «hombre que fue caridad» es sentida grandemente, viva y concreta, en Tenerife, en Guatemala y en todos los lugares donde se conoce su obra..."
En Guatemala, su obra más grande de amor, aún vive en "Las Obras Sociales del Hermano Pedro", La Antigua Guatemala.